• Bebidas: Al tener un sabor salino y refrescante grato al paladar, se emplea en refrescos para mejorar el sabor o intensificarlo, para controlar la acidez y retener la carbonatación.
• Dulces y jaleas: Se usan como agente amortiguador de pH junto con el ácido cítrico en la elaboración de estos productos. Se emplea también en jaleas de pectina como amortiguador para retardar la acción gelatinizadora y poder manejar el producto.
• Quesos: Funcionan como emulsificantes para prevenir la separación de la grasa y para controlar la textura y el cuerpo de los quesos, no produce texturas pastosas ni granulosas. En quesos untables y requesón ofrece mejores propiedades de distribución.